No hay nada más valioso que alguien que crea en ti más que tú mismo.

  • Oct 18, 2025

No hay nada más valioso que alguien que crea en ti más que tú mismo.

Emprender es una montaña rusa emocional donde un día crees que vas a comerte el mundo y al día siguiente piensas que eres un inútil. En esos bajones que son más frecuentes de lo que nadie admite, necesitas a alguien que vea lo que tú no ves. Que te recuerde quién eres cuando tú lo has olvidado. No es que te diga lo que quieres oír. Es que te dice lo que necesitas oír. Muchas veces será un deja de quejarte y ponte a trabajar. Otras veces será un descansa, llevas tres semanas sin parar.

Vas a tener días de mierda.

Días donde te planteas tirarlo todo por la borda.

Donde piensas que eres un fraude, que no vales, que mejor vuelves a buscar un curro por cuenta ajena.

Y en esos días, los peores, los que te rompen, lo único que te mantiene a flote no es tu disciplina ni tu mentalidad de acero.

Es tener a alguien al lado que te mire y te diga...

Tú puedes.

Yo lo veo.

Sigue.

Puede ser tu pareja, un amigo, tu madre, ese socio que lleva años remando contigo.

Pero tiene que ser alguien que crea en ti más de lo que tú crees en ti mismo en tus peores momentos.

Porque vas a tenerlos.

Ya te digo yo que los vas a tener.

La diferencia entre los que lo consiguen y los que no muchas veces no es talento ni suerte.

Es tener a alguien que no te deja rendirte.

Emprender es una montaña rusa emocional donde un día crees que vas a comerte el mundo y al día siguiente piensas que eres un inútil.

En esos bajones que son más frecuentes de lo que nadie admite, necesitas a alguien que vea lo que tú no ves.

Que te recuerde quién eres cuando tú lo has olvidado.

No es que te diga lo que quieres oír.

Es que te dice lo que necesitas oír.

Muchas veces será un deja de quejarte y ponte a trabajar.

Otras veces será un descansa, llevas tres semanas sin parar.

Pero siempre desde la convicción de que tú puedes.

Desde la fe inquebrantable en lo que estás construyendo.

Esa persona celebra contigo las pequeñas victorias invisibles para el resto del mundo.

Tu primera venta después de tres meses.

Ese DM generón la respuesta de un interesado.

Esa landing que por fin terminaste.

Y en los días oscuros, los que no publicas, cuando tú ya no ves el camino, ella lo sigue viendo.

Te lo señala.

Te empuja.

Te recuerda por qué empezaste.

Nadie triunfa solo.

Esa narrativa del lobo solitario es una puta mentira romántica.

Detrás de cada persona que ha construido algo que vale la pena, hay alguien que creyó en ella cuando nadie más lo hacía.

Incluida ella misma.

Si tienes a esa persona en tu vida, cuídala como oro.

Es el activo más valioso que tienes.

Más que tu producto, tu marca o tus números.

Porque en este juego del emprendimiento, rodearte bien no es un lujo. Es supervivencia.

Y hablando de rodearte bien...

También necesitas sistemas que trabajen por ti cuando tú no estás en tu mejor día.

Porque por mucho que tengas a alguien que crea en ti, si tu negocio depende de que estés inspirado cada mañana para prospectar, estás jodido.

Por eso trabajo con personas que entienden que emprender no es solo motivación.

Es método.

Es tener procesos que funcionen aunque tú estés quemado, aunque tengas un día de mierda, aunque no sepas qué decir.

Quedan 4 plazas libres para empezar a trabajar conmigo este mes de octubre en un sistema de prospección que trabaje por ti, sin perder la humanidad pero con la eficacia de procesos automatizados.

Agenda una llamada de 15 minutos conmigo y vemos si es para ti. Y si no lo es, te aseguro que algo te llevarás de esa charla.

RESERVA TU LLAMADA AQUÍ

Si piensas que este artículo puede beneficiarle alguien de tu red, compártelo y hazlo llegar, seguro que te lo agradecerá.

0 comments

Sign upor login to leave a comment